
Conoce cuándo un arma se considera de colección, diferencias entre réplica y reproducción, requisitos de custodia (UNE EN 1143-1), certificados del Banco Oficial de Pruebas, límites de cartuchos, uso permitido en lugares habilitados y la obligación de usar pólvora negra en reproducciones antiguas.
Un tema interesante a estudiar es el de las armas de colección, qué se necesita para ser considerada como una, y cuál es la forma correcta de guardar este tipo de armas de gran valor. También, el reglamento ofrece algunas directrices con respecto al manejo de réplicas y reproducciones que son necesarias de explorar.
Las armas de colección
La normativa española sobre armas de colección es clara con la regulación de estas. Se necesitan ciertas características para que un arma sea considerada como una. Más detalles sobre las mismas, podrás conocer a continuación.
¿Cuándo se considera a un arma de colección?
La forma más simple de que un arma sea de colección es la antigüedad de la misma. Por ejemplo, se consideran como de colección a aquellos modelos anteriores al 1 de enero de 1899 en la categoría sexta en general.
También se define como un arma antigua de forma más específica a aquellos modelos cuya fecha es anterior al 1 de enero de 1890. Entonces, se tienen dos años de referencia: 1899 y 1890.
Las del 1890 parecen apuntar a lo realmente histórico. Quizás tecnología muy obsoleta. Las de 1899 serían, el corte más amplio para la categoría. Hay matices.
Curiosamente, no todas las armas antiguas entran en la categoría de armas de colección. Quedan fuera las que puedan usar munición considerada de guerra. O munición que esté prohibida por el propio reglamento en el artículo 3. Es decir, la idea es separar la pieza histórica del arma, de aquellas con capacidad bélica actual o ilegal.
¿Cómo se guardan o usan estas armas?
Este tipo de armas se pueden tener en casa, pero bajo condiciones que garanticen la seguridad de sus habitantes. Su manejo dependerá del uso que tengan.
Por ejemplo, si sólo quieres tener una reproducción como coleccionista en plan decorativo, sin intención de usarla para disparar, podrás exhibirla en una vitrina. También deberás inscribirla en un libro registro específico. Esto es una especie de control administrativo.
En cambio, si pretendes poder usar ciertas armas de esta categoría, ahí todo cambia. Por ejemplo, las de avancarga (mosquetes, pistolas de chispa, esas que se cargan por la boca), o las que están clasificadas específicamente en la categoría 6.2. Para esas, si quieres tener la opción de usarlas, necesitas más requisitos por cumplir.
Necesitarás de un certificado del Banco Oficial de Pruebas, y un certificado para cada arma. El Banco Oficial de Pruebas se encarga de comprobar que el arma sea segura para disparar. Aparte del certificado, necesitarás de una autorización especial, esta es más que una licencia de armas normal, es una autorización específica para esto.
Indicaciones para guardarlas en casa
Las normas de seguridad son primordiales y bastante concretas, sobre todo para las reproducciones de armas de fuego cortas como pistolas o revólveres. Si las guardas en casa tienes que custodiarlas, ya sea el arma entera o sus piezas fundamentales, como el cierre.
La custodia de las reproducciones de las armas de fuego cortas en los domicilios particulares, debe ser con estas guardadas completas en cajas fuertes, armarios o armeros, con al menos un grado de seguridad clase III, de la norma UNE EN 1143-1. No vale cualquier caja metálica para esta tarea.
Indicaciones para usarlas
En caso de que cumplas con todos los requisitos y quieras usar tu mosquete del siglo XVIII, no podrás usarlo en tu jardín trasero. El uso está muy restringido. Sólo se permite de forma excepcional en lugares controlados.
Como, por ejemplo, campos de tiro, galerías, polígonos, sitios que estén autorizados para ello. No puedes usarlas para irte al monte a probarlas, o usarlas para cazar. Deben ser usadas en sitios seguros y autorizados.
Diferencias entre réplicas y reproducciones de armas
Aunque puedan confundirse, las réplicas y reproducciones de armas, son consideradas como dos términos diferentes. ¿Cuál es la diferencia real entre estas? La diferencia fundamental es la funcionalidad que se les da.
Una reproducción es una copia que funciona, funciona igual que la original. Por el contrario, la réplica se parece a la original, sólo se parece en apariencia no en funcionalidad. Por fuera podrá parecer un arma, pero no dispara. Además, según la normativa, no puede ser modificada fácilmente para que dispare.
La clave está allí, una funciona y la otra no. Sería funcionalidad versus apariencia, la regulación en esto es que se centra.
Reproducciones de armas antiguas
Las reproducciones de armas antiguas pueden ser usadas si funcionan, sin embargo, hay reglas sobre la munición que usarán. La normativa indica que deben usar pólvora negra, exclusivamente esta. Por igual, deben ser del calibre exacto del arma original que reproducen.
Está prohibido meter cartuchos modernos metálicos o pólvora sin humo. Tiene que ser como en la original histórica en ese aspecto.
- Asimismo, sólo podrán adquirirse 100 cartuchos anuales por reproducción de arma corta antigua. Mientras que, por reproducciones de armas largas antiguas, en ningún caso se podrá tener en depósito un número superior a 200 cartuchos.
Como dato curioso, los cartuchos ya existían de forma primitiva, pero se calcula que el cartucho de percusión central, el más moderno, se empezó a usar de forma más general a partir de 1868.
Esto permitió armas mucho más rápidas, más fiables, también cambió la tecnología militar de la época. Transformando así a los ejércitos. El ejército norteamericano fue pionero en adoptar revólveres a gran escala.
En España, la primera arma de este tipo, de repetición y con cartucho metálico, que se consideró reglamentaria según los textos, fue el revólver Lefaucheux. El cual marcó la entrada oficial de esa tecnología en el reglamento español.
Armas inutilizadas
Un apartado interesante, es el de las armas inutilizadas. Para que un arma sea considerada dentro de esta categoría, no basta con quitarle una pieza.
Un arma sólo está inutilizada legalmente hablando cuando todos sus componentes esenciales (cañón, cerrojo, armazón) están modificados de forma permanente e irreversible para que no puedan volver a funcionar nunca más. El proceso de inutilización es total y certificado.
Desmilitarización de armas
Otro término técnico que se menciona con frecuencia es la desmilitarización. Este es el proceso para transformar un arma que era de guerra a una para uso civil.
Por sus características originales no sería legal para un civil tenerla, sin embargo, con la transformación técnica, sí cumpliría los requisitos para uso civil. Es decir, es una conversión técnica para que cambie de categoría legal.
Coleccionistas de componentes
¿Se puede ser coleccionista sólo con tener trozos de armas? En realidad, sí. La normativa dice que puedes obtener la licencia de coleccionista, aunque sólo reúnas componentes esenciales. Por ejemplo, cañones sueltos, cerrojos, etc.
No hace falta tener el arma completa y funcional para esto. Se reconoce que el coleccionismo puede centrarse en esas partes fundamentales que están reguladas.
Conclusiones
La ley incentiva al coleccionismo y a proteger el patrimonio histórico de las armas de fuego. Pero nunca olvida la seguridad pública y la trazabilidad en todo momento. Es interesante ver cómo intentan encajar estos objetos que son a la vez historia y potencialmente armas funcionales. Lo cual es un equilibrio delicado, y al mismo tiempo importante.
No obstante, a medida que avanza la tecnología, las réplicas se vuelven cada vez más perfectas, casi indistinguibles de las originales, así como, totalmente funcionales. Entonces, se cuestiona cómo estas normativas irán adaptándose en un futuro no muy lejano.